
Nuestra economía familiar, igual que otras variables económicas, depende de unas variables sistemáticas que conoceremos bien y otras aleatorias que aportan un comportamiento impredecible en nuestros ingresos y gastos. Por ejemplo: si tenemos una hipoteca conocemos como variará en relación al Euribor, pero probablemente no conozcamos el comportamieto de éste. Resultado: no conocemos con seguridad cual será nuestra cuota de préstamo en el futuro.
Otros problemas surgen cuando nos excedemos en el consumo de bienes o servicios en relación a nuestros ingresos al calcular mal nuestras posibilidades, o cuando financiamos de forma inadecuada la adquisisción de activos.
Para mejorar la gestión de nuestra economía y evitar problemas similares a los comentados, un primer paso es llevar una contabilidad personal que nos permita al menos conocer:
- Como se distribuyen nuestros ingresos en cifras totales: gastos o ahorro
- Ídem en porcentajes.
- Origen de nuestros ingresos.
- Destino de nuestros gastos.
- Evolución de nuestras disponibilidades.
- Tener un registro histórico de los ingresos y gastos
- Etc.