
Para ello, en primer lugar, se agrupan los elementos del Activo en función de su menor y mayor facilidad para convertirse en dinero y los de Pasivo según su mayor y menor grado de exigibilidad. Por ejemplo: Activo no corriente, Existencias, Realizable, Disponible, en cuento al Activo. Y Patrimonio neto, Pasivo no corriente, y Pasivo corriente, respecto al Pasivo.
Posteriormente se relacionan los elementos, obteniendo como resultado los ratios o razones que sirven para evaluar el nivel de liquidez, solvencia, y equilibrio al compararlos con valores tipo, o entre distintos periodos de la empresa. El número de ratios a emplear puede ser más o menos amplio en función de lo que se quiera profundizar en el análisis.
En la aplicación Excel siguiente se han incluido cinco ratios: Tesorería, Liquidez, Autonomía, Endeudamiento y Estabilidad, orientados a evaluar la capacidad de pago desde menor a mayor plazo. También se calcula del Fondo de maniobra, indispensable en el análisis financiero, porque su valor positivo es determinante para la estabilidad de la empresa y como garantía para seguir creciendo a largo plazo.
En la hoja se han incluido los valores orientativos de los ratios como media de los datos publicados por centrales de balances y recomendaciones de varios autores, pero el analista debe valorar, también, los ratios obtenidos en función de las circunstancias particulares de la empresa y del sector en que opera.
Para finalizar se realizan gráficos comparativos de los ratios para los cuatro periodos analizados con el objetivo de obtener una visión intuitiva y dinámica de la situación.