Elaboración de índices estacionales mensuales.

La estacionalidad de las series temporales son las variaciones regulares de las mismas, cuyo ciclo es inferior al año. Pueden presentarse por semestres, trimestres, meses, semanas o días. En el análisis clásico de las series temporales, el componente estacional, junto con la tendencia, los ciclos a medio plazo y el componente irregular, son los elementos en que puede descomponerse la serie.
Dicho componente puede expresarse mediante índices, coeficientes o porcentajes de variación estacional, que aportan una información relevante para resolver muchos problemas de interés práctico, por ejemplo:
  • Análisis de coyuntura de actividades sujetas a estacionalidad.
  • Conjuntamente con el resto de componentes, para realizar predicciones sobre valores futuros de la serie.
  • Desestacionalizar la serie para realizar comparaciones entre dos periodos sucesivos y analizar mejor el resto de componentes, libres de la influencia estacional.
  • Previsión para la gestión adecuada de otras variables correlacionadas con la serie analizada. Por ejemplo, si las ventas de un producto tienen una fuerte variación estacional, lo deberán tener en cuenta otros departamentos como pueden ser el de compras o producción.
Existen varios métodos para hallar la estacionalidad. En este caso se utiliza, mediante Excel, el método del porcentaje promedio, que consiste en:
  1. Obtener el promedio mensual de la serie para cada año.
  2. Calcular el porcentaje para cada mes respecto al indicado promedio.
  3. Obtener el índice estacional, como el promedio en cada mes de los porcentajes indicados.

Estado de tesorería o Cash-Flow

Al elaborar el estado de tesorería o cash-flow de la empresa, es útil distinguir cuáles han sido las actividades que han provocado los aumentos o disminuciones del mismo.
Los aumentos de tesorería serán por los cobros por actividades de explotación, aumentos de capital, ingresos por nuevos préstamos y por venta de activos, etc.; y las disminuciones de tesorería serán por pagos de explotación, dividendos, amortización de préstamos, pagos de inmovilizado, etc. Dichas actividades las podemos clasificar y agrupar según el siguiente modelo:
  1. Cash flow por operaciones de la empresa
  2. Cash flow por actividades de financiación
  3. Cash flow por actividades de inversión
    El primer criterio se refiere a las actividades relacionadas con la actividad propia de la empresa (cobros a clientes, pagos a proveedores, pago de gastos, etc.). Se corresponden con los ingresos y pagos de explotación. No se consideran, por tanto, las amortizaciones, provisiones y otras partidas que no supongan desembolsos o cobros de dinero.

    El segundo criterio recoge los cobro y pagos por actividades de financiación: cobros por préstamos, ampliaciones de capital, devoluciones de préstamos, etc.

    El tercero está formado por los cobros y pagos derivados de las actividades de inversión: adquisición de inmovilizado, venta de inmovilizado, inversiones en empresas del grupo, etc.

    Las variaciones pueden ser positivas o negativas, principalmente en los apartados de financiación e inversión, y la suma de las tres formas de obtener cash-flow nos indican el importe de las variaciones en la tesorería total de la empresa. Este modelo nos permite realizar una descomposición del cash-flow en función de las actividades de la empresa indicadas y llevar a cabo un análisis del mismo, tanto estático como dinámico: considerando varios periodos. Para su aplicación se aporta la siguiente herramienta Excel: